Turbulencias.

La situación de la economía europea en general y de la española en particular, desde hace mucho tiempo me crea una enorme inquietud y en estos momentos el sentimiento ha sobrepasado ese umbral.

Las cifras económicas de Alcobendas no son nada malas, al revés, tenemos una de las mejores situaciones en que se puede encontrar un ayuntamiento en España; pero llevo tiempo creyendo que el trabajo que estoy realizando en estos momentos  es algo meramente transitorio ante los cambios profundos que van a sufrir las administraciones públicas en este país y que cada vez están más cerca de llegar.

Los datos de España son demoledores: Una prima de riesgo en record histórico, una bolsa derrumbándose, unas cifras de paro que son las más altas de Europa hacen que estemos ante un momento crítico para el país.

Si a todo lo anterior le sumamos el riesgo cierto de default de Grecia, la situación de Irlanda, Portugal e Italia, creo que es el momento que las instituciones de la Unión Europea hagan su trabajo, es la hora de los políticos enérgicos y decididos, la caída de un país como España o Italia arrastrará a toda la UE por ello debe ser la responsable de dirigir el barco en estos momentos de tempestad.

En nuestro país  también necesitamos un gobierno que adopte una serie de medidas políticas de profundo cambio por mucho que el coste electoral de su aplicación vaya a ser muy alto. Quien no esté dispuesto a realizar sacrificios personales mejor que se retire por el bien de España y los españoles porque la situación lo requerirá.

Cada día que pasa sin adoptar medidas de calado hace que el sufrimiento del ciudadano para superar esta crisis vaya a ser cada vez mayor.