Toronto es la ciudad más poblada y cosmopolita de Canadá, además del principal centro financiero del país y uno de los más importantes del mundo.
Su "excentrico" alcalde es Rob Ford, la última noticia que he leído sobre su persona es que ha declarado el 6 de Febrero como el día de Bob Marley en la ciudad y lo ha celebrado de está manera:
Para quien no hubiera tenido noticias sobre él o no conozca ninguna de sus andanzas puede pensar: "que político más divertido" "que alcalde tan diferente"; u otra serie de calificativos de este estilo tras ver el vídeo. Esperad...
Rob Ford es un confeso fumador de crack, con numerosas "hazañas" durante su mandato como la de ser expulsado de un partido del equipo local de hockey por estar borracho y
comportarse de manera agresiva, ser acusado de haberle metido mano a
una concejal durante un evento público y reconocer haberse paseado
completamente ebrio con una botella de brandy frente a la Alcaldía tras
proferir epítetos racistas al taxista que le había conducido hasta allí, entre otras.
Tras estos escándalos que parecen no tener fin, el pasado mes de Noviembre el Ayuntamiento de Toronto
aprobó una serie de medidas que limitan una serie de sus
poderes como las de ocuparse de
situaciones de emergencia, la potestad de designar y despedir
al teniente de alcalde o a los miembros de su comité ejecutivo.
Sin embargo, los concejales no cuentan con el poder suficiente como para despojarle de su cargo, por
ello, y debido a la negativa del propio alcalde a dimitir, Ford
continuará como en el cargo pero con poderes "severamente
limitados".
Pese a todo lo narrado ¿Quien creéis que es el candidato favorito para las elecciones municipales que tendrán lugar el 27 de Octubre de este año?
Aquí tenéis la respuesta:
Toronto - Forum Research:
43% approve of Mayor Ford
Voting intention: Chow 41%, Ford 34%, Stintz 11%, Soknacki 5%
http://t.co/RIyIUNGmKf
— electionista (@electionista) febrero 9, 2014
Tras todo lo expuesto, parece que casos como los de Jesús Gil no son exclusivos de nuestro país y puede darse en cualquiera de las ciudades más avanzadas, en este caso en uno de los países con mayor índice de desarrollo.
¿Que lleva a las personas a volver a depositar su confianza en una persona con estos antecedentes en su gestión?
¿Quizas los políticos, medios de comunicación, redes sociales, le damos más importancia a denunciar lo considerado políticamente incorrecto que la que realmente tiene para el elector?
Mi opinión es que los personajes públicos con una fuerte personalidad, con sus virtudes y terribles defectos, ejercen un gran magnetismo sobre un gran número de ciudadanos que acaban valorando, por encima de principios e ideologías, la autenticidad.
Esos terribles defectos cara a la opinión pública les impregnan de esa cualidad y acaban llegando a la conclusión de: "para bien o para mal sabemos como es y no nos vamos a llevar sorpresas o engaños"
Pero esto, por suerte o por desgracia, son muy escasos los perfiles que pueden lograr este efecto de manera mayoritaria en el electorado.
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