miércoles, 17 de septiembre de 2014

Sobre la reforma electoral y la elección directa de alcaldes.

Comienza el nuevo curso político con la intensidad propia que marcan las próximas elecciones autonómicas y municipales 2015. Algunos quieren ahora recuperar el tiempo perdido e incluso hablan abiertamente del inicio del último curso… los que gobernamos en Alcobendas nunca bajamos el ritmo, empeñados desde el primer día, en trabajar como candidatos permanente al servicio de esta Gran Ciudad,

Especial controversia está creando la reforma de la ley electoral para potenciar la elección directa de los alcaldes. Y aún entendiendo las dudas de quien cree que con esta reforma se busca una supuesta ventaja, la realidad es que esta medida se recoge en el programa electoral del Partido Popular. Ese programa sí, que cuando no cumple se critica y cuando se cumple se critica también.

En mi trayectoria política, las mayores críticas que he escuchado han sido sobre aquellos pactos entre distintos partidos para arrebatar el gobierno al candidato más votado, especialmente en el ámbito municipal, en el que esta situación siempre solía acabar con que aquella agrupación con un único concejal – curiosamente, el que decidía el gobierno - acababa ostentando la delegación de urbanismo y obteniendo un numeroso grupo de asesores.


Se han podido escuchar "valoraciones" a este proyecto calificándolo de pucherazo, cazicada y toda serie de adjetivos de la misma naturaleza; pero ¿puede tener esta valoración un procedimiento que nombre como alcalde a aquel candidato que haya logrado un porcentaje de votos muy importante y/o una distancia notable con el segundo?

Creo que estos calificativos son más propios para aquellas uniones entre dos o más partidos (hasta el infinito) para subvertir el resultado de las urnas. Nunca alguno de estos anuncia a sus posibles votantes de sus intenciones de apoyar a uno u otro candidato si fuera necesario. Lo estamos viendo ahora: mientras el PSOE nacional advierte que no pactará con “los radicales de Podemos” el PSOE de Andalucía advierte que “ya veremos”. ¿En qué quedamos?

El debate se debería centrar en si es preferible un sistema proporcional o mayoritario. Por ejemplo UPyD apoya el primero y suele mostrar este gráfico defendiendo que, en las últimas elecciones generales, el resultado debería haber sido el siguiente:


La formación magenta antepone sus intereses electorales a un sistema que garantice la gobernabilidad, países que "gozan" de sistemas parecidos al que reclama el partido de Rosa Diez se caracterizan por la eterna inestabilidad política como es el caso de Italia; otro ejemplo es Bélgica, donde durante más de quinientos días fueron incapaces de poder formar Gobierno. Sin embargo, una de las principales ventajas del sistema representativo que propone el Gobierno en su reforma es la de garantizar mayores posibilidades de formar gobiernos estables. 

Podremos discutir si es el momento oportuno o no; pero estamos ante una medida positiva y abogo por que se realice está reforma. Con los deberes hechos, lo que menos me importa es que se haga antes o después de las próximas elecciones.

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